Apóstol Santiago:
Estoy aquí como miles de peregrinos a lo largo de los siglos, ofreciendo a Dios mi cansancio del Camino. Vengo con el deseo de aprender a caminar por la senda de la Vida, que es Cristo. Ayúdame tú, que seguiste al Maestro hasta dar tu vida por Él. Dame un corazón grande y generoso como el tuyo, para ser también yo, apóstol de Cristo.
María Santísima, Reina de los Apóstoles, hazme sentir el amor y la ternura de tu corazón. Ayúdame con tu sonrisa y tu cariño de Madre a recorrer el camino de la vida con la alegría de los hijos de Dios.
- Ruega por nosotros, bienaventurado Santiago,
- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Acepta, Señor, las súplicas que te dirigimos por medio de tu Apóstol Santiago, y haz que la peregrinación a su Sepulcro, faro de unidad cristiana, nos disponga a recorrer juntos el camino que conduce a la gloria eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario