Cada Camino es distinto, ni el tiempo en el que trancurre ni la persona en si son los mismos. Aún así, llegando o abandonando, la experiencia siempre es enriquecedora. El Camino tiene la virtud de romper todos los esquemas preconcebidos dándonos la vuelta y volviéndonos a recomponer. Si quieres ver como me ha marcado a mí, sólo tienes que clicar en cada pestaña, espero que el viaje te resulte tan enriquecedor como ha sido para mí. ¡Buen Camino!
"El Señor dijo a Abraham: Sal de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré" Gn 12,1

sábado, 24 de agosto de 2013

QUINTA ETAPA: CALDAS DE REIS-PADRÓN (18,6 KM.)

El Pedrón , Iglesia de Santiago, Padrón

CRÓNICA DE LA ETAPA:

La etapa de hoy no ha sido dura en cuanto al perfil, que no ha tenido excesivos desniveles, aunque a título personal, ha sido un día algo delicado pues el cansancio acumulado, el esfuerzo físico y el calor que pasamos ayer han hecho mella en mi punto débil, el aparato digestivo, que más o menos se había mantenido medio en condiciones los días anteriores, pero hoy se ha venido abajo.


Perfil de la etapa

Gracias a Dios que el tiempo ha acompañado, de hecho, por la mañana han hecho falta las sudaderas.  Si el resto de los días, durante la mayor parte del trayecto hemos caminando más o menos solos, hoy han aparecido el resto de los peregrinos en aluvión; en algunos tramos como, por ejemplo, la bajada al río Valga, parecía que fuéramos un grupo único.


Iglesia de Santa Mariña de Carracedo

De camino a Pontecesures, hemos entrado a sellar las credenciales en la "Mesa de Pedra", restaurante o "espacio medieval para peregrinos" donde una pareja de extranjeros estaban dando cuenta de un plato de salmorejo con cara de felicidad; la verdad que a mí me ha parecido más un bar estilo "irish" que medieval.

El paisaje, hoy, es realmente, precioso, y hemos cambiado de provincia, de Pontevedra a La Coruña.

Hemos llegado a Padrón sobre las 13:15.  Padrón es cabecera del concello y es la segunda ciudad más vinculada al apóstol.  A ella, según la tradición, llegaron en barca los dos discípulos con el cuerpo del Apóstol, que enterraron a los pies del monte Libredón, lugar donde se encuentra la Catedral de Santiago.  Entrando por el río Ulla, hasta Iria Flavia, amarraron la barca en un antigua ara romana de granito dedicada a Neptuno, que ahora se puede ver bajo el altar mayor de la Iglesia de Santiago, en Padrón.  Está descubierta y se tapa cuando se celebra misa.

Como siempre, hemos llegado de los últimos y, como no, nos hemos quedado sin plaza en el albergue público así que hemos tenido que buscarnos la vida y, al final, estamos hospedados en una pensión, de nombre, El Jardín, que es una auténtica pasada: casa señorial del siglo XVIII, sus dueños también viven en ella y, la verdad, estamos alucinados, ¡hasta toallas de verdad tenemos!¡y una para la cabeza y todo! Nos han asegurado que nuestra habitación es la favorita de un famoso periodista, natural de esta ciudad, cada vez que viene.  

La verdad es que nos ha dado pena quedarnos sin plaza en el albergue, porque ésa es la esencia del camino. El día a día va estableciendo la relación entre peregrinos y ya empezamos a conocer un poco de nuestras vidas.

Tras almorzar un ligero refrigerio (la verdad es que no apetece comer mucho) y descansar un rato bien grande, lo primero ha sido buscar una farmacia para comprar algo para aliviar mi estómago, y como es sábado y las farmacias están cerradas hemos tenido que hacer lo que ya sabemos hacer hasta con los ojos cerrados, ¡andar hasta la otra punta para encontrar la que estaba de guardia! Aquí he tenido mi momento de bajón, de puro agobio por el malestar físico a sólo un día de alcanzar lo soñado y me he echado a llorar de desesperación.  Menos mal que la medicación es de efecto rápido y al cabo de media hora me encontraba bastante mejor.

Convento del Carmen, Padrón
Como nos habíamos intercambiando los teléfonos con el resto, quedamos para ver Padrón todos juntos.  No nos ha dado tiempo de ver mucho, pero hemos visitado el Convento del Carmen, que está justo encima del albergue.  Es una preciosidad pero está muy mal conservado.  Es una lástima que tanto patrimonio artístico esté abandonado y que nadie haga nada para salvaguardarlo, por su riqueza y por su historia.





El grupo al completo



Fuente del Carmen (Padrón)














Justo debajo del Convento, la Fuente del mismo nombre.  Y al frente y tras atravesar el puente sobre el río Ulla, la Iglesia de Santiago, donde se encuentra el Pedrón.


Relieve, Iglesia de Santiago, Padrón
Tras tantos días de comida frugal y al encontrarme ya bastante mejor nos hemos ido a cenar a un bar llamado O Pimenteiro, donde me han sabido a gloria unas croquetas de jamón calentitas, aunque me he quedado con las ganas de probar la zorza y los famosos pimientos de Padrón, a ver si mañana, en Santiago, puedo catarlos, que tiene delito estar aquí e irse sin comerlos.

La Pimenteira (Padrón)
Ahora vamos a descansar y reponer fuerzas para mañana, el gran día. Veinticuatro kilometros no separan de Santiago.  Parece mentira que estemos sólo a un día de realizar nuestro sueño.


REFLEXIÓN PERSONAL:

Nunca hay que perder la fe, ni el momento peor, Dios siempre está ahí.  Uno de mis temores en este periplo era el tema de la salud, el que algo echara por tierra todo el esfuerzo realizado hasta el momento.  Pero si uno confía, y pide, y reza, Dios siempre otorga.  Y lo más curioso es que lo que te otorga no está lejos sino dentro de uno mismo.  Esas fuerzas que una no sabe de donde salen que te empujan hacia arriba cuando ves que vas a tocar fondo, pero que afloran y te sorprendes y solo se te ocurre dar gracias desde lo más profundo del corazón: "Sólo por Tí, gracias a Tí, Señor".
El Camino tiene el don de la fraternidad.  Todos iguales, todos peregrinos, personas que no conocías, como Mari Carmen y Borja, como Gabi y Maribel; personas que cuando este Camino toque a su fin tardarás en volver a ver o quizás no vuelvas a hacerlo,  pero con los que no quieres perder el  contacto. Personas a las que te alegras de ver, porque son la seguridad de la compañía, de que no vas sola, de que caminan por tu mismo sendero.

¡Cuánto he aprendido a lo largo de estos cinco días! Más de lo que nunca imaginé. 








Fuente gráfica perfil: Gronze.com

No hay comentarios: